Como músico y maestro, he intentado durante mucho tiempo trabajar en lo que podríamos considerar la identidad musical europea.
Conforme fui adquiriendo experiencia, me di cuenta de que muchas raíces se originaron en «otro lugar» y que la historia del continente europeo se había forjado desde tiempos inmemoriales a través del mestizaje, el diálogo y la mezcla de culturas, incluyendo incluso confrontaciones artísticas y musicales que dificultaban la inspiración y la creatividad.
Como europeo convencido, la música me ayuda a creer en Europa, una hermosa alquimia que «siempre» ha producido una gran variedad de obras musicales que quedarán en la historia humana y en la memoria como grandes creaciones y hermosos logros.
Si alguna vez hubo un pueblo que ha influido en el futuro de la música europea y ha traído sangre nueva y una fuerza creativa, ha sido el pueblo gitano!
Esto, que siempre había sido obvio para mí, no lo era tanto para muchos de mis colegas y/o alumnos, y fue el motivo por el cual hace ya muchos años comencé a trabajar y difundir esta idea. Estaba convencido de la gran injusticia que se ha cometido hacia el pueblo gitano.
Marianne Poncelet, Vicepresidenta Ejecutiva de IYMF, fue la primera en seguirme, más allá de mis esperanzas más salvajes. Dentro del proyecto Music4ROM apoyado por la Unión Europea, pudimos organizar el primer encuentro en 2014 entre músicos gitanos y no gitanos sobre música clásica y la influencia de la música gitana.
Gracias a la ayuda de los profesores David Benko, Carlo Dumont y Aurea Mustaţea, así como de los músicos gitanos Paco Suárez, Roberto de Brasov y Ludovit Kovac, dieciséis músicos de España, Italia, Rumanía y Eslovaquia (8 gitanos y 8 no gitanos) fueron invitados a París en el College of the International University Campus de París.
Juntos trabajamos y reflexionamos sobre la profunda e intensa conexión entre la música gitana y la música clásica europea así como con el flamenco, el jazz y la música popular.
Durante una semana marcada por el trabajo y la fraternidad musical, jóvenes músicos con sólidas carreras internacionales se unieron a nosotros durante dos días como alumnos.
Pudimos contar con la cantante soprano Léa Sarfati, los pianistas Etsuko Hirose y Antoine de Grolee o el coro de cámara Temperamens Variaciones y Thibault Lam-Quang, entre otros.
Su profesionalidad fue muy beneficiosa para los jóvenes alumnos invitados y las reuniones dieron lugar a fructíferos intercambios entre todos estos jóvenes artistas de éxito de diferentes países.
El trabajo de esta semana superó nuestras expectativas más optimistas y obtuvo una amplia recompensa por el numeroso público presente durante toda la semana. En muchas ocasiones el salón estuvo lleno y muchos tuvieron que escuchar de pie e incluso sentados en el suelo.
El último día, durante el concierto de clausura, todo el público se emocionó al escuchar a los músicos (¡qué magnífica recompensa para todos nosotros!) durante casi cuatro horas – sin intervalo – hasta que el público se puso de pie para cantar al unísono el himno gitano «Djelem, Djelem».
Después de este gran momento de emoción y participación, un espectador gitano me besó con lágrimas en los ojos diciendo: «gracias, me siento orgulloso de ser gitano» (esta señora había redescubierto su tesoro interior).
Fue entonces cuando supe que el sueño que había llevado en mi corazón durante tanto tiempo se había cumplido y que estaba en lo cierto al querer contribuir con el pueblo gitano a descubrir su orgullo a través de su propia música.
Como Joseph Kessel decía: «siempre puedes lograr más de lo que crees que puedes».
Las organizaciones Art Activ, European Roma Information Office, ETP Slovensko, The Mosaic Art and Sound Ldt, Mus-eNapoli, Sons-croisés y Union Romani, todas bajo la dirección de la Fundación Yehudi Menuhin y con el apoyo de la Unión Europea, debemos seguir trabajando en esta línea con el fin de dar un impulso vital a la fraternidad europea en nuestro propio campo, la MÚSICA.
Creemos que para ser lo suficientemente atrevidos tenemos que esperar mucho.
La misión que nos hemos fijado es bastante humilde, pero son siempre los pequeños senderos los que te llevan a las alturas… Espero haber sido capaz de compartir con ustedes lo que tenemos en nuestros corazones con el fin de conectar a la gente y, en lo que hoy nos ocupa, a través de esta conexión existente entre la música gitana y otros tipos de música, especialmente la música europea.
Grandes proyectos salen a la luz en este 2015 como continuación de lo que llevamos a cabo el año pasado, por lo que seguiremos informando regularmente sobre nuestros pequeños surcos que poco a poco se van convirtiendo en camino.
Jorge Chaminé.